Bromantan - lista de productos, preguntas frecuentes y descripción detallada de la sustancia

  1. Aumenta la producción de dopamina
  2. Tiene efectos antidepresivos y ansiolíticos
  3. Estimula suavemente
  4. No adictivo
  5. No provoca los llamados deslizamientos

La dosis estándar es de 50-100 mg al día. Para algunos, basta con 25 mg. El bromantán se utiliza durante aproximadamente un mes. Después, es necesario tomarse un mes de descanso. Puede utilizarse en ciclos

El bromantano, disponible comercialmente como Ladasten, es un derivado del adamantano que se utiliza para obtener diversos beneficios para la salud. Ofrece importantes beneficios para la salud, como la mejora del rendimiento físico, el aumento de la resistencia y la agudeza mental, combate la fatiga y la ansiedad, y aumenta la tolerancia a factores de estrés como el calor extremo, además de acelerar la recuperación tras actividades físicas intensas [1]. Las investigaciones han informado de que el bromantán estimula tanto la mente como el cuerpo, sin el riesgo de adicción ni los efectos secundarios nerviosos típicos de muchos estimulantes [1].

Historia de Bromantan

El bromantano, también conocido como adamantilbromofenilamina, bromantano o N-(2-adamantil)-N-(4-bromofenil)-amina, pertenece a una clase de sustancias conocidas como Actoproyectores, que ayudan al organismo a afrontar mejor el estrés físico sin consumir más oxígeno ni generar calor adicional. Se puede considerar como un superadaptógeno que mejora significativamente el rendimiento físico y mental. El bromantano, también conocido por el nombre comercial de Ladasten, se utiliza principalmente para ayudar a las personas que luchan contra la fatiga y las afecciones relacionadas con el estrés. Aunque está prohibido en el deporte desde 1997 debido a la normativa antidopaje, ha encontrado un valioso lugar en la atención sanitaria, sobre todo en el tratamiento de los estados asténicos. Producido en Rusia, Ladasten destaca no sólo por su eficacia, sino también por su seguridad, ofreciendo una solución prometedora para quienes necesitan un apoyo a la resistencia física y mental [1, 2].

Acción del bromantán contra la depresión y la ansiedad

Según estudios en humanos y animales, el Bromantan ha demostrado efectos positivos tanto en la ansiedad como en la depresión, lo que lo convierte en una opción importante para controlar la salud mental. A diferencia de muchos medicamentos tradicionales, el Bromantan tiene la capacidad única de aumentar la actividad física al tiempo que reduce la sensación de ansiedad, lo que resulta especialmente beneficioso para quienes sufren depresión y ansiedad, ya que estas afecciones suelen provocar una disminución de la motivación y un aumento del estrés. Durante el estudio, el Bromantan superó a algunos antidepresivos estándar al reducir los marcadores inflamatorios asociados a la depresión, como el TNF-α y la IL-6, previniendo así el comportamiento depresivo [3, 4]. Esto sugiere que el Bromantan puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la depresión al atacar la inflamación, un factor conocido en esta enfermedad. Además, el Bromantan aumenta el movimiento espontáneo y reduce la ansiedad en ensayos con animales, lo que indica su potencial para combatir el letargo relacionado con la depresión y reducir eficazmente la ansiedad. En comparación con la imipramina, un antidepresivo común, revirtió rápidamente los estados depresivos en modelos inducidos por estrés, lo que indica su rápida respuesta a los síntomas depresivos [3, 4].

En otro estudio, el Bromantan se probó en personas que padecían neurastenia, una enfermedad caracterizada por fatiga crónica y debilidad relacionada con el estrés [5]. El objetivo de este estudio era evaluar rigurosamente la eficacia y la seguridad del Bromantan como ansiolítico, destacando en particular su capacidad para controlar la ansiedad sin provocar dependencia ni síntomas de abstinencia. Los pacientes notificaron reducciones significativas de los síntomas de ansiedad y astenia con Bromantan en comparación con placebo, lo que indica su doble funcionalidad como psicoestimulante y ansiolítico [5]. Esto indica que Bromantan es eficaz para reducir los síntomas de ansiedad, mejorando el bienestar general del paciente sin riesgo de dependencia. Curiosamente, su uso no provocó síndromes de abstinencia, lo que pone de relieve su naturaleza no narcótica [5].

Además, un estudio con animales informó de que el Bromantan mostraba efectos ansiolíticos en ratones BALB/c, conocidos por su elevada respuesta a la ansiedad, sin sobreestimular la actividad locomotora libre. Esto sugiere que el Bromantan se dirige específicamente a los síntomas de ansiedad, ofreciendo una nueva vía para tratar los síntomas de ansiedad aumentando los niveles de energía y reduciendo la ansiedad sin los inconvenientes típicos de los tratamientos tradicionales [6]. En otro estudio con animales, una dosis de 50 mg/kg de Bromantan aumentó significativamente los niveles de dopamina, un neurotransmisor clave para la regulación del estado de ánimo y la función cognitiva [7]. Esto sugiere que el Bromantan no sólo mejora el mecanismo natural del cerebro para producir dopamina, sino que también ofrece una idea de cómo el Bromantan puede aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad modulando la actividad dopaminérgica.

En un ensayo clínico piloto, se administró Bromantan a pacientes con trastorno de astenia psicógena, caracterizado por fatiga crónica y estrés psicológico. Los resultados mostraron que mejoraba la energía física y mental y reducía significativamente los niveles de ansiedad de los pacientes [8]. Esta doble acción distingue al Bromantan de los psicoestimulantes tradicionales, ofreciendo una ventaja terapéutica al abordar tanto la falta de motivación que suele observarse en la depresión como la ansiedad que puede acompañar o exacerbar los estados depresivos. La capacidad del Bromantan para mejorar el bienestar psicológico general y reducir al mismo tiempo los síntomas de ansiedad y depresión lo convierten en un candidato prometedor en el ámbito de la salud mental.

Además, en un estudio con ratones machos C57BL/6, en el que se modeló la ansiedad-depresión inducida por el estrés zoosocial, la administración de Bromantan (30 mg/kg) redujo significativamente los síntomas relacionados con la depresión [9]. Y lo que es más importante, redujo los niveles de citoquinas proinflamatorias como IL-6, IL-17 e IL-4, asociadas a la depresión, e invirtió los cambios de comportamiento asociados a la depresión y la ansiedad, como se observó en la prueba del laberinto en cruz elevado. Estas mejoras se observaron tanto tras una única administración tras un estrés de corta duración como tras un régimen de cinco días tras una exposición prolongada al estrés, lo que pone de relieve el potencial del Bromantan como potente terapia complementaria para los trastornos depresivos.

Cabe destacar que en un amplio estudio en humanos realizado en 28 centros clínicos de Rusia en el que participaron 728 pacientes con síndrome psicoautonómico, una afección etiquetada como trastorno asténico, el Bromantan mostró una eficacia terapéutica significativa [10]. Los pacientes que recibieron dosis de Bromantan del orden de 50 a 100 mg diarios durante 28 días informaron de un marcado efecto antiasténico ya en el tercer día de tratamiento, que persistió significativamente durante un mes tras el cese de la terapia. El fármaco alivió eficazmente los síntomas del espectro ansioso-depresivo, mejoró la función autonómica, aumentó la calidad del sueño y, en general, mejoró la calidad de vida de los pacientes. El perfil de seguridad de Bromantan fue extremadamente positivo, con sólo 31 participantes en el TTP10T que experimentaron efectos secundarios leves y una baja tasa de interrupción del tratamiento, sin que se notificaran efectos secundarios graves.

Además, según estudios clínicos y de EEG en pacientes con trastornos de ansiedad-astenia, el Bromantan actúa de forma diferente según los patrones de ondas cerebrales de la persona [11]. Para las personas con ondas alfa fuertes, que se asocian con estar relajado pero alerta, el Bromantan actúa como un estimulante. Esto significa que puede hacer que las personas se sientan más despiertas y mejorar su estado de ánimo. Por otro lado, las personas con ondas alfa débiles, que pueden indicar que son más propensas a la ansiedad, experimentan el efecto calmante del Bromantan, similar al de los fármacos ansiolíticos. Este efecto calmante se manifiesta mediante cambios en sus ondas cerebrales, que indican una reducción de la ansiedad. Esencialmente, la forma en que actúa el Bromantan puede depender de patrones únicos de ondas cerebrales, lo que lo convierte en un enfoque optimizado para ayudar a combatir la ansiedad y la sensación de fatiga excesiva.

Un estudio sobre el Bromantan mostró resultados prometedores en la lucha contra el agotamiento mental sin efectos secundarios nocivos, incluso con una dosis única de 100 mg [12]. Este hallazgo sugiere que el Bromantan (Ladasten) es una forma segura de tratar el agotamiento mental, por lo que resulta especialmente útil para las personas que se sienten fácilmente abrumadas por el estrés. Y lo que es más importante, el estudio descubrió que funciona mejor en personas más sensibles al estrés, lo que indica su eficacia para aumentar la agudeza mental y la capacidad de hacer frente al estrés. Esto significa que el Bromantan puede ser una ayuda importante en el tratamiento de la fatiga relacionada con el estrés, e incluso puede mejorar la concentración y el estado de ánimo tanto en el trabajo como en la vida cotidiana de quienes tienen dificultades para hacer frente al estrés.

El papel del Bromantan en la mejora del estado de ánimo y la dopamina

El bromantán desempeña un papel importante en la mejora del estado de ánimo y la función cognitiva al interactuar con el sistema dopaminérgico del cerebro. En el estudio, la administración de Bromantan a ratas en dosis de 50 mg/kg mejoró significativamente la dopamina en regiones cerebrales. Además, aumentó los niveles de serotonina y su metabolito en la corteza prefrontal del cerebro y otras zonas, lo que sugiere que puede mejorar el estado de ánimo y potenciar las capacidades cognitivas [13]. Además, el efecto único del Bromantan sobre la síntesis de dopamina pone de relieve su potencial para beneficiar la salud cerebral. Los estudios realizados en ratas han demostrado que el Bromantan aumenta la actividad de las enzimas necesarias para la producción de dopamina, lo que indica su capacidad para mejorar positivamente tanto la función cerebral como el estado de ánimo [14].

Cabe destacar que, en un estudio con animales, la administración de Bromantan a ratas en dosis de 50 mg/kg aumentó significativamente la concentración de dopamina [7]. Poco después de la ingesta, el Bromantan provoca un aumento de la liberación de dopamina, junto con un aumento de la L-DOPA, necesaria para la producción de dopamina. Esto sugiere que el Bromantan ayuda a activar los genes implicados en la producción de dopamina. Concretamente, fomenta la producción de ciertas enzimas, la tirosina hidroxilasa (TH) y la DOPA-decarboxilasa (DDC), que son clave en el proceso de formación de dopamina. Este efecto del Bromantan ayuda esencialmente a desencadenar la producción natural de dopamina en el organismo [7, 14].

En un estudio sobre los efectos del Bromantan en el cerebro, los investigadores descubrieron que tiene una forma especial de aumentar la dopamina. A diferencia de otro fármaco, el afobazol, que actúa principalmente sobre la serotonina e impide la descomposición de la dopamina, el Bromantan se centra en aumentar la producción de dopamina. Para ello, aumenta los niveles de L-DOPA, necesaria para la producción de dopamina, en distintas partes del cerebro. Esto sugiere que el Bromantan ayuda a activar el proceso de producción de dopamina. Además, el Bromantan altera la forma en que se metaboliza la dopamina (metabolismo) en ciertas zonas del cerebro, lo que puede ser beneficioso para las personas con trastornos asociados a la desregulación de la dopamina, como los trastornos del estado de ánimo o ciertos trastornos del movimiento [15]. Además, otro estudio descubrió que el Bromantan tiene la capacidad única de aumentar la síntesis y la liberación de dopamina en una parte del cerebro, sin interferir en los niveles de serotonina. También podía ralentizar la reabsorción de dopamina en las células cerebrales, aumentando potencialmente su disponibilidad, pero no tenía el mismo efecto sobre la serotonina. Esto sugiere que el Bromantan es particularmente bueno para mejorar las funciones relacionadas con la dopamina sin interferir con la serotonina, lo que lo convierte en una buena opción para tratar los problemas asociados con el desequilibrio de la dopamina [16].

Efectos secundarios del Bromantan y síndrome de abstinencia

Bromantan se diferencia de otros estimulantes dopaminérgicos principalmente por la ausencia de efectos secundarios típicos, como un descenso significativo de los niveles de dopamina o síntomas de abstinencia tras el tratamiento. A diferencia de los estimulantes típicos, que pueden provocar adicción o una reducción de la producción natural de dopamina tras la abstinencia, Bromantan ha demostrado conservar sus beneficios sin causar estos efectos negativos. Los estudios [1] [5, 6] [10] destacan su doble acción única como psicoestimulante y ansiolítico, que controla eficazmente los estados sin provocar dependencia ni síntomas de abstinencia. Este perfil de seguridad único se pone de relieve por la ausencia de "síndrome de abstinencia" [5] [6], lo que sugiere que el Bromantan favorece la función cerebral de una forma que no interfiere con los mecanismos reguladores naturales de la dopamina del organismo. Esto sugiere que Bromantan puede aumentar los niveles de dopamina de un modo que favorece la función cerebral natural sin provocar dependencia ni un deterioro significativo del estado de ánimo y la motivación tras el tratamiento. En consecuencia, los pacientes pueden interrumpir el tratamiento con Bromantan sin riesgo de experimentar el deterioro que se observa a menudo con otros psicofármacos, lo que lo convierte en una opción más segura y sostenible para el tratamiento a largo plazo de diversas afecciones. Las personas que toman bromantán suelen responder muy bien y no hay efectos secundarios. Sin embargo, en muy raras ocasiones se producen efectos secundarios en forma de dolores de cabeza, mareos y embotamiento. Estos efectos desaparecen en cuanto se deja de tomar el remedio.

Dosificación de Bromantan

En estudios realizados en seres humanos, especialmente en pacientes con enfermedades como la neurastenia, caracterizada por fatiga crónica y debilidad a menudo asociadas al estrés, se administró Bromantan en dosis diarias de 50 a 100 mg durante 28 días. Esta dosis mostró beneficios terapéuticos significativos, experimentando los pacientes una notable mejoría de su estado a partir del tercer día de tratamiento, y estos beneficios persistieron durante un mes después de finalizar la terapia [10, 12].

Sobredosis de bromantán

En cuanto a la sobredosis de bromantán, puede provocar diversos efectos, como demostró un estudio en el que se administraron distintas dosis del fármaco a ratas [17]. A dosis manejables (30-300 mg/kg), el bromantán actuó como estimulante, aumentando los niveles de actividad de las ratas y haciéndolas menos sensibles al dolor. Sin embargo, cuando las dosis eran mucho más altas (600-9.600 mg/kg), ocurría lo contrario: las ratas se volvían menos activas, disminuían sus movimientos espontáneos y, aunque eran menos sensibles al dolor, aumentaba su sensibilidad al tacto y su respuesta a otros estímulos.

Una respuesta física interesante a todas las dosis fue la dilatación de las pupilas, y a dosis extremadamente altas (superiores a 10 g/kg) los párpados de las ratas empezaron a caer. Las dosis muy altas también afectaron a su respiración, haciéndola más profunda y rápida, similar a un patrón específico conocido como respiración de Kussmaul, y provocaron vómitos, diarrea y aumento de la micción en algunas. También se produjo un ligero descenso de la temperatura corporal en casi todas las dosis probadas [17].

Resumen

Las propiedades duales del bromantán como psicoestimulante y ansiolítico lo hacen eficaz en el tratamiento de afecciones caracterizadas por fatiga crónica y angustia psicológica, como se ha observado en estudios sobre pacientes con neurastenia. Su capacidad para reducir significativamente los síntomas de ansiedad y depresión, sin provocar dependencia ni síndrome de abstinencia, representa un avance importante en las opciones de tratamiento de estas afecciones. El mecanismo de acción del bromantán consiste en aumentar la producción natural de dopamina en el cerebro estimulando la actividad de enzimas clave para la síntesis de dopamina, como la tirosina hidroxilasa (TH) y la DOPA-descarboxilasa (DDC), sin interactuar directamente con los receptores de dopamina. Esta forma sutil pero eficaz de aumentar los niveles de dopamina produce mejoras en el estado de ánimo y la función cognitiva sin riesgo de adicción ni síntomas de abstinencia, lo que la convierte en una opción prometedora para tratar trastornos como la depresión y la ansiedad. Destaca por su capacidad única para estimular la dopamina en el cerebro sin los típicos efectos secundarios que se observan con otros estimulantes dopaminérgicos, como el descenso de los niveles de dopamina tras el tratamiento. A diferencia de los estimulantes tradicionales, que pueden agotar las reservas de dopamina, provocando adicción y síntomas de abstinencia, Bromantan ofrece un enfoque diferente. En general, las propiedades farmacológicas únicas del Bromantan y su papel en la regulación de la dopamina ponen de relieve su potencial como tratamiento beneficioso para una amplia gama de afecciones neurológicas y psicológicas, sin los típicos inconvenientes asociados a los estimulantes dopaminérgicos tradicionales.

Descargo de responsabilidad

Este artículo se ha escrito para educar y concienciar sobre la sustancia de la que se habla. Es importante señalar que se trata de una sustancia y no de un producto específico. La información contenida en el texto se basa en los estudios científicos disponibles y no pretende ser un consejo médico ni promover la automedicación. Se aconseja al lector que consulte a un profesional de la salud cualificado para todas las decisiones relacionadas con la salud y el tratamiento.

Referencias

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