En Polonia se consume una media de 9,7 l 100% de alcohol per cápita. En 2018, el polaco medio bebió 100,5 l de cerveza, lo que equivale a unas 200 latas de medio litro. Esta bebida suele asociarse a celebraciones importantes, buena diversión y reuniones sociales. ¿Qué se esconde realmente bajo la forma del líquido de fiesta y qué efectos tiene en el cuerpo humano? En este artículo lo analizamos en profundidad.
Índice
- Alcohol etílico: la sustancia psicoactiva más extendida
- El alcohol y el sistema inmunitario: efectos sobre la salud
- ¿Qué es el etanol?
- ¿Cómo daña el hígado el consumo de alcohol?
- ¿Tiene el alcohol efectos negativos sobre el sistema cardiovascular?
- Cuando las hormonas se vuelven locas
- ¿Bebes alcohol? Aumenta el riesgo de insuficiencia renal aguda, pancreatitis y trastornos del sistema nervioso.
Alcohol etílico: la sustancia psicoactiva más extendida
El alcohol etílico es una de las sustancias psicoactivas más utilizadas y de las que más se abusa en Europa. Nos acompaña en acontecimientos importantes, celebraciones o cuando salimos por la ciudad con los amigos. Esta bebida ha conocido muchas variantes y versiones, por lo que parece haber para todos los gustos. Tanto para los conocedores del sabor a trigo como para los amantes de las notas dulces y afrutadas. El alcohol se ha abierto paso silenciosamente en nuestra vida cotidiana y se ha convertido en un elemento permanente. Las generaciones más jóvenes se dan cuenta cada vez más de los estragos que causa el alcohol en nosotros y ponen un límite a su consumo. Lo cual constituye un buen ejemplo y una esperanza para los próximos jóvenes adultos.
¿Qué es el etanol?
El etanol es un compuesto químico orgánico que pertenece al grupo de los alcoholes. Su otro nombre es alcohol etílico. Es un líquido incoloro y volátil con un olor característico. El etanol se utiliza habitualmente como ingrediente en muchos productos y procesos.
El uso más conocido del etanol es como alcohol alimentario, que se encuentra en bebidas alcohólicas como la cerveza, el vino y el vodka. Además, el etanol se utiliza como combustible en los motores de los coches (combustible E10) para reducir las emisiones nocivas a la atmósfera. También puede utilizarse como disolvente en la industria, para producir perfumes, barnices y medicamentos.
A pesar de su uso generalizado, el etanol sigue siendo una sustancia psicoactiva, lo que significa que su abuso puede tener un impacto negativo en la salud física y mental. Cómo afecta a los distintos mecanismos del organismo?
El alcohol y el sistema inmunitario: efectos sobre la salud
El sistema inmunitario puede imaginarse como un ejército invisible en nuestro cuerpo, listo para luchar contra cualquier intruso que se haya introducido en él sin invitación. Cuando sustancias extrañas o microbios, es decir, nuestros "enemigos", se introducen en nuestro organismo y nos atacan, es necesario defenderse eficazmente contra ellos. Para ello, se envían linfocitos y anticuerpos que identifican y neutralizan a los "intrusos".
Si nuestro sistema inmunitario funciona bien, le damos las horas de sueño adecuadas, una dieta equilibrada y actividad física, no debería tener muchos problemas para combatir los virus. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando tomamos regularmente un tóxico como el alcohol? ¿Será capaz el organismo de defenderse con la misma eficacia?
En este caso, el alcohol es extremadamente insidioso. Acompañándonos en las reuniones sociales, lo tratamos como a un amigo, olvidando que cuando lo vertemos en nosotros mismos, empieza a debilitar nuestras defensas. Como resultado, crea el caos, desorganizando nuestro sistema inmunitario.
Al principio, empieza a lanzar ataques confusos contra nuestros linfocitos. Estas células increíblemente importantes, que normalmente se encargan de identificar y eliminar a los enemigos, se vuelven inútiles. Pierden su capacidad para reconocer las amenazas, de modo que confunden los microbios hostiles reales con los amistosos, debilitando de hecho nuestra capacidad para defendernos.
El alcohol también afecta a la comunicación entre nuestras células de defensa. Provoca confusión en los canales de comunicación, lo que impide responder con rapidez a las amenazas. Todos los procesos que normalmente trabajan juntos en armonía actúan como un grupo disperso y desorganizado.
Peor aún, el alcohol distrae a nuestras funciones de defensa de su verdadera tarea. En lugar de defendernos de las amenazas, ahora deben dedicar sus energías a erradicar las toxinas del alcohol.
Nuestro sistema inmunitario, que normalmente se enfrentaría a nuevos intrusos y los neutralizaría rápidamente, se ve debilitado e indefenso bajo la influencia del alcohol. Por lo tanto, para mantener un sistema inmunitario fuerte, es necesario consumir bebidas alcohólicas lo menos posible y, preferiblemente, no consumirlas en absoluto. Sólo así el sistema inmunitario podrá proteger eficazmente nuestra salud.
¿Cómo daña el hígado el consumo de alcohol?
Lo que todo el mundo debería saber sobre el órgano que es el hígado es que es un ayudante insustituible cuando se trata de desintoxicar el cuerpo. Descompone los compuestos tóxicos para que, en última instancia, lleguen a la sangre sustancias inocuas libres de toxinas.
Normalmente hay armonía y orden en el órgano, las células trabajan en armonía, ocupándose de descomponer las sustancias tóxicas. Pero cuando suministramos alcohol al organismo, empieza a reinar el caos. El órgano se ve obligado a luchar contra la embestida del alcohol, que destruye su capacidad para funcionar correctamente.
Cada gota de alcohol que llega a nuestro hígado puede compararse a una bomba que explota y causa graves daños. A pesar de los esfuerzos sinceros, es difícil neutralizar todas las sustancias tóxicas. Mantener una concentración elevada de alcohol en la sangre provoca un asalto implacable a nuestro hígado.
Como consecuencia del consumo excesivo de alcohol, el hígado se debilita y se vuelve susceptible a diversas enfermedades como la cirrosis, la inflamación o la esteatosis.
Para mantener el hígado en buen estado, es esencial, en primer lugar, evitar el alcohol y asegurarse de que recibe el apoyo adecuado. El consumo de cerveza, vino o vodka reduce el nivel de glutatión en el hígado, una sustancia que tiene fuertes propiedades antioxidantes y desintoxicantes. Su deficiencia, a su vez, provoca una mayor susceptibilidad al estrés oxidativo.
En glutatión 600 es una solución que puede minimizar los efectos adversos del alcohol y aportar las sustancias que se han perdido por el consumo excesivo de alcohol. Las personas que han consumido glutatión tad 600 inyecciones recomiendan esta forma de administración, debido a la mejor absorción de la sustancia. Para los interesados en tomarla, también recomiendan el uso de tad 600 glutatión en forma de infusión intravenosa, que es con mucho la forma de administración menos dolorosa y produce resultados rápidos.
¿Tiene el alcohol efectos negativos sobre el sistema cardiovascular?
Podemos comparar el sistema circulatorio con un río que suministra sangre a todos los rincones de nuestro cuerpo. El consumo excesivo de alcohol es la causa que interrumpe su tranquila corriente.
Nuestro corazón, que normalmente late de forma rítmica y tranquila, se comporta de forma antinatural cuando bebemos alcohol, es decir, los latidos se aceleran, el ritmo se altera. La sangre, que debería fluir libremente por nuestros vasos sanguíneos, ahora lucha contra obstáculos. El alcohol hace que nuestros vasos sanguíneos se contraigan, restringiendo el flujo sanguíneo. Es como bloquear un canal clave que impide que el agua fluya con facilidad.
Como resultado, nuestro cuerpo no recibe suficiente oxígeno y nutrientes que necesita para funcionar correctamente. Uno de los principales afluentes del río se cierra, lo que seca todo a su alrededor.
El abuso del alcohol a largo plazo tiene efectos drásticos en el organismo. Como consecuencia del caos, el músculo cardiaco se debilita, los vasos sanguíneos se dañan y el ritmo sanguíneo se altera, lo que acaba provocando hipertensión, enfermedades cardiovasculares e insuficiencia cardiaca.
Cuando las hormonas se vuelven locas
Rara vez pensamos en nuestras hormonas. Sin embargo, cada una de ellas tiene una tarea increíblemente importante. Cada hormona tiene una función y se ocupa de la armonía de nuestro cuerpo. Los alcohólicos adictos al veneno acaban desregulando sus funciones básicas.
Nuestro sistema endocrino debe considerarse como un sistema de comunicación por el que se transmite información importante. Consumir cantidades importantes de alcohol es como una turba ruidosa que ahoga estos mensajes sutiles. Las hormonas ya no pueden transmitir sus señales correctamente, lo que provoca confusión y desorganización en todo el sistema.
El alcohol interfiere en el funcionamiento normal del organismo. Y las hormonas responsables de regular el apetito, el sueño, el estado de ánimo y la fertilidad pueden verse alteradas. Como consecuencia del alcoholismo, nuestro cuerpo puede experimentar alteraciones endocrinas. Algunas de las más comunes son:
- niveles reducidos de la hormona tiroidea T3,
- disminución de la producción de testosterona,
- aumento de los niveles de estrógenos.
¿Bebes alcohol? Aumenta el riesgo de insuficiencia renal aguda, pancreatitis y trastornos del sistema nervioso.
¿Sabes para qué sirven los riñones? En el día a día no nos preocupamos por ellos, pero cada día realizan una importante labor que nos permite llevar una vida tranquila y feliz. Los riñones son el filtro que limpia la sangre de toxinas; cuando dejan de funcionar eficazmente, las toxinas y el exceso de líquidos se acumulan en el organismo. Éstos se acumulan en la sangre y en otras partes del cuerpo. Las personas que consumen alcohol en grandes dosis tienen 10 veces más probabilidades de desarrollar insuficiencia renal aguda.
Beber con frecuencia puede producir síntomas en forma de pancreatitis. Dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y diarrea son sólo algunos de los síntomas de la enfermedad. Los efectos tóxicos del alcohol son una amenaza para uno de los órganos más importantes. Los médicos advierten: "Más de 30% casos de pancreatitis aguda están causados por el alcohol". Dejando el veneno, podemos reducir el riesgo de la enfermedad y disfrutar de buena salud.